viernes, 18 de enero de 2013

Por siempre Strawberry Fields.



Como si el tiempo fuese mentira. Como si se pudiera viajar por el espacio para llegar a otro tiempo, como si el recuerdo fuera rebobinar el tiempo, recorrer sus espacios hacia atrás. Esta es la historia de Strawberry Fields Forever, una canción única, absolutamente diferente.

Hay canciones en la vida de uno que...son mapas, líneas en nuestra cartografía sentimental, pactos con el tiempo que nos atan y comprometen. Strawberry Fields es una búsqueda en la que puedo reconocer trozos de mi vida e incluso de mí mismo, como si mi vida fuera gravitando sobre historias y músicas, siempre las mismas, canciones que son como nuestra segunda piel. ¿Por qué hay canciones sobre las que volvemos una y otra vez?

Siguiendo a Lennon llego a Almería, paramos en casa de un amigo que vive en un pequeño pueblo en Cabo de Gata. El lugar tiene su ángel particular, en la parte de atrás de la casa se grabó El bueno, el feo y el malo, Clint Eastwood paraba en la casa de al lado. Y es que esta zona está llena de historias, el paisaje va desde el desierto de Arizona hasta al mundo de Conan. El itinerario del viaje lleva al corazón de la melancolía o la melancolía del corazón, lo mismo da. Empiezo en la playa del Zapillo, en un hostal que funciona actualmente, “El Delfín Verde”. Entro en el local, por el pasillo una chica, parece extranjera, Perdona, ¿sabes algo de la estancia de John Lennon en este hostal? Me mira extrañada, la pregunta no cabe en las categorías propias de las preguntas de los clientes, Espera un momento. Vuelve a los minutos, en su cara se puede ver el lejano malestar de quien es molestado, Sí, John Lennon estuvo aquí. Pero hace mucho tiempo... Y tanto, pienso mientras vuelvo a la playa. Desde allí miro el edificio, tengo en mente la foto en la que está sentado en la cama de la habitación de ese hostal con el magnetófono delante, suena en mi cabeza la idea original de Strawberry Fields. Emocionante, la ilusión de asistir al nacimiento de la canción.



El beatle llegó en 1966 y pasó seis semanas grabando la película de Richard Lester ¿Cómo gané la guerra? Parece que le bastó a Lennon para convencerse de que no servía para actor. Le acompañaba su mujer, Cinthya. En el bar de enfrente celebró su 26 cumpleaños, Ringo viajó para la ocasión. Alquilaron Santa Isabel, una casa que en la época estaba a las afueras de la ciudad. Nuestros amigos nos acompañan a Santa Isabel, hoy en medio de un barrio residencial. Hasta hace poco totalmente olvidada y hoy en obras, van a hacer un museo del cine y algunas salas estarán dedicadas al Lennon almeriense. En esta casa, Lennon da un paso más en la canción e incorpora la frase Strawberry Fields Forever, aunque le sigue llamando It´s not too bad.  ¿Qué le recordaría aquel hospicio que estaba cerca de su casa en Liverpool? ¿Por qué asociar aquel lugar con su infancia? ¿Habría algo, algún detalle, de Santa Isabel que le llevó al hospicio? Lennon estaba pasando una época difícil, en los siguientes meses se precipitaría en cambios definitivos. La soledad tiñe la canción y tiene el olor de la infancia.

Nuestra visita nos lleva al desierto de Tabernas, a las Negras, a la playa de los muertos ya cerca de Carboneras. El calor que desprende la tierra le da un aspecto onírico, es posible que pensara que nada es real, que el sumidero de la nostalgia nos recuerda que hemos perdido algo irrecuperable, o que la infancia, aquel tiempo en el que nos sentíamos desvalidos, nunca se fue.
 


 
  Hay dos modos de componer una canción: o se encuentra o se busca. McCartney era especialista en el primer modo, era prodigiosa su facilidad para componer, llegaba a una canción y rápidamente la vislumbraba, la veía entera. Parece que soñó con Yesterday. Mientras que Lennon le pedía ayuda a McCartney para terminar algunas canciones, por ejemplo A day in a life; en los pocos casos en los que Paul le pidió ayuda, Lennon le decía que ya estaba bien, que no necesitaba nada más, así ocurrió con Hey Jude.


Lennon buscaba las canciones, como si fueran arena entre los dedos, las perseguía hasta donde quisieran llevarle. Tardó 6 semanas en componer Strawberry Fields. Cada vez que avanza en la composición de la canción lo va grabando en el magnetófono. La idea original está en:

                No one I think is in my tree,

                I mean it must be high or low.

                That is you can´t you know tune in.

                But it´s all right.

                That is I think it`s not too bad.






¿Cómo llega a esta idea? Otra vez parece que la busca. Juega con la guitarra, acordes como pistas, líneas, algo hay detrás, Lennon se esfuerza en llegar, va buscando. Las grabaciones muestran una guerra sin cuartel con la canción, no sabe cómo seguir, más acordes, las notas de la guitarra le indican una dirección. De pronto,

            Let me take you down,

                ´Cos I´m going to Strawberry Fields.

                Nothing is real

                And nothing to get hungabout.

                Strawberry Fields Forever.


Aparecen los hilos para tirar del ovillo,

            Always, no sometimes, think it´s me.

Esta es la forma de componer de Lennon, un indicio, una pista, una línea, algo que espera, difícil de captar. Al escuchar a Yoko tocar al piano la sonata "Claro de luna" de Beethoven, se pregunta si hay otro camino, sí, sí lo hay, le da la vuelta a los acordes y compone Because. ¿Qué hay tras un acorde de Do mayor? ¿A dónde puede llevar? Con un sólo acorde compone Tomorrow never knows. Tras un póster de circo aparece For the benefit of Mr.Kite. Una sirena de policía más un poema de Lewis Carroll más una imagen de un corn flake igual a I am the Walrus. Un dibujo de su hijo Julian y, voilá, Lucy in the sky with diamonds. Es cierto que encontraría muchas canciones, pero sus ideas más brillantes, las que no se les ocurren a nadie más, las busca de forma desesperada.

A la vuelta a Londres, le quedan dos estrofas de la letra, pero ya tiene la música. La termina definitivamente en su casa de Weybridge. Después de una búsqueda, por fin llega, con alguna dificultad, a la canción. Lennon sabe que supone un salto, que jamás había hecho nada parecido.

El 24 de noviembre de 1966 entra en los estudios de Abbey road. Años más tarde, todavía se dibujaba una sonrisa en el rostro de George Martin al recordar la maravilla que traía John. Cuando en los años noventa se publicara Anthology, Martin metió la toma 1 de la canción. Una versión llena de nostalgia, maravillosa. Las tomas se iban sucediendo, trabajan sobre la canción durante varios días, iba a ser la canción en la que los Beatles invirtiesen más tiempo de toda su carrera. Van dándole vueltas a la idea de la canción hasta la toma 22, Lennon no se da por satisfecho y a medida en que van trabajando la canción se va dando cuenta de las posibilidades que la canción tiene. Hasta ahora habían trabajado la canción de una forma lenta y nostálgica, Lennon empieza a buscar otro sonido, algo más “pesado”, más “ácido”, y en este camino sólo le puede acompañar George Martin. En la toma 26, graba la versión rápida, Lennon canta con una base ritmica poderosa, 4 trompetas y 3 violonchelos, los platos de la batería suenan al revés, hay el sonido de un tren, una pianola... Los arreglos son del propio Martin, como siempre excepcionales (piensen en Eleanor Rigby o Yesterday). Y todo esto grabado en un 4 pistas. Lennon no se decidía, le gustaba la versión nostálgica y también la más psicodélica, Strawberry Fields se iba mostrando como una canción infinita. Por fin, se decidió, quería el primer minuto de la toma 7 y el resto de la toma 26, el inicio de la versión lenta y el resto de la versión rápida.  La unión no era tan fácil, las versiones estaban en cintas magnéticas grabadas en diferente velocidad y diferente tonalidad, la solución de Martin y del ingeniero Geoff Emerick fue bajar de velocidad a la versión rápida y aumentarla en la versión lenta, el resultado fue una mezcla de talento y suerte, porque en el momento en que coinciden las tonalidades el salto queda muy bien. Así llegamos, pues, a la versión definitiva.

La canción salió como un single con Penny Lane el 13 de febrero. Para muchos el mejor single de la historia del rock.


Algo había cambiado. Cuando Lennon celebraba su 26 cumpleaños en un bar del paseo marítimo de Almería, sabía que algo había cambiado y quizá supiera que en un futuro próximo todo iba a cambiar. ¿Qué hacía aquí, entre el desierto y el Mediterráneo? Ese malestar no era nuevo, aunque se había atrevido a plasmarlo en canciones en muy pocas ocasiones. Sólo en Help, aunque era paradójico gritar su soledad ante una multitud enfervorizada. Lennon decidió hacer una canción sobre su infancia, o tal vez la tristeza y la angustia le llevaron a su infancia, que también estaba poblada de tristeza y angustia. La canción era hermosa, nostálgica, llena de melancolía. “En realidad, Strawberry Fields Forever fue un psicoanálisis con música”. Algo había cambiado, reflexionando sobre sí mismo, había vuelto a su infancia.

Que era una canción diferente, valiente, lo supo en seguida. No se trataba de hacer canciones dulces, agradables, ahora era diferente. Atreverse a mirarse en el espejo del dolor. “En vez de reprimir la emoción y el dolor y guardarlos para un día lluvioso, siéntelos. Creo que todo el mundo está bloqueado. Nunca he conocido a nadie que no haya estado bloqueando el dolor desde su infancia”. En esa misma entrevista de 1970 afirmaba: “Intentaba describirme a mí mismo y lo que sentía, pero no estaba muy seguro de lo que sentía. Así que decía que a veces, no, siempre, pienso que es real, pero... Por eso lo expresaba de una manera tan entrecortada, porque no estaba seguro de cuáles eran mis sentimientos. Pero de pronto estuve seguro: `Si, eso es lo que siento... Duele, y de eso se trata`. Eso me permitió expresarme a mi mismo”.

Soledad, infancia, dolor, este era el camino de Strawberry Fields, por dónde quería llevarnos, y era el camino que después le llevó, por ejemplo, a Mother. Al mismo tiempo que desfilaban las pruebas y las tomas, Lennon se iba dando cuenta de las posibilidades que tenía la canción, el camino cada vez era profundo. Strawberry Fields llevó a Lennon hasta sus propios demonios, hasta sus propios abismos. Estos empezarían a rugir en lo mejor de su música: I am the walrus, A day in a life, Dear Prudence, Hapiness is a warm gun, Come together...

Soledad, infancia, dolor, demonios, la música de Lennon deja de ser apolínea, pasa a ser dionisíaca, aceptación de lo terrible, afirmación de lo horrible. Mirar a los abismos y poder mirarse en el espejo. El contraste con McCartney es cada vez más patente. Penny Lane es el reverso de Strawberry Fields, una vuelta apolínea a la infancia. Por esta calle transitan un barbero, un banquero, un bombero..., todo eso como recuerdos “en mis oídos y en mis ojos”. Paul siempre dirá que a veces él ha sido dionisíaco (Helker Shelker) y Lennon apolíneo (Julia, por ejemplo).


Todo viaje es un espejismo. ¿Qué buscamos? ¿Podemos salir de nosotros mismos? No viajamos por el tiempo en busca de algún pasado, más bien el tiempo viaja a través de nosotros, sólo quedan sus huellas a veces en nuestro rostro, a veces como cicatrices en nuestro interior. En cualquier caso, nunca es inocente.

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